Así como los poetas y amantes, como cualquier hombre herido, mis vanidades se fueron disolviendo entre sexo, droga y alcohol. Así el amor que profesaba y los sentimientos que tenía se fueron disolviendo en otros sabores, varios aromas y licor, sobretodo licor. Como todo subió, todo bajo, cuando deje de verla empecé a derrumbarme pedazo…
Magia.
